La Amep y la Xse organizan un debate sobre energía, seguido en directo por más de 200 personas. De manera casi unánime, los candidatos admiten las carencias y deficiencias del actual modelo de propiedad y gestión de la distribución de energía en Cataluña.
En plena crisis climática, la transición energética es uno de los temas capitales del debate electoral de las Elecciones de Cataluña del 2024. Con el objetivo de confrontar programas electorales y propuestas políticas en materia de energía la Xarxa per la Sobirania Energètica (Xse) y la Associació de Municipis i Entitats per l’Energia Pública (Amep) han convocado a Jordi Riba (PSC), Eugeni Villalbí (ERC), Joan Canadell (Puigdemont x Catalunya-Junts), Eloi Badia, (Comunes) Sergi Saladié (CUP), Marina Bravo (Ciutadans) y Santi Rodríguez (Partido Popular). Bajo el título “El futuro de la energía en Cataluña”, más de 200 personas han seguido el debate electoral que ha acogido el Colegio de Periodistas y que ha moderado la periodista de TV3 especializada en ciencia y crisis climática, Georgina Pujol.
Todos los candidatos han coincidido en que hay que apostar por la transición energética, pero ha habido discrepancias a la hora de materializar como tiene que ser este proceso. En este sentido, los participantes han contrapuesto puntos de vista sobre temas como L’Energètica, la empresa pública de energía renovable, la pobreza energética, la red eléctrica de distribución o la energía nuclear.
En cuanto al papel que juega el sector público en el suministro y distribución de energía, Jordi Riba, candidato del PSC ha valorado positivamente el papel de La Energética y ha destacado que juega un rol determinante en el sector de las energías renovables. Por el contrario, Joan Canadell, Marina Bravo y Santi Rodríguez (Juntos, C’s y PP) se han mostrado disconformes con este modelo de «nacionalización del sector energético», a pesar de que como remarca Marina Bravo, reconocen que existe un oligopolio y que «se tiene que promover que entren nuevos actores», se han mostrado favorables a su continuidad.
La eficiencia energética no es suficiente
En relación con la mejora de la eficiencia energética, hay consenso en el hecho que «no hay bastante con eso». Canadell ha entonado el mea culpa y ha reconocido que «el Estado español ha ido más deprisa que nosotros«. Eugeni Villalbí ha recordado que no se trata solo «de aprobar leyes de cambio climático, hay que desplegarlas» y ha destacado la importancia de incorporar la participación ciudadana en todo el proceso. El candidato de los Comunes, Eloi Badia, ha hecho énfasis en la rehabilitación energética -«Se tiene que hacer una rehabilitación estructural de los edificios con treinta, cuarenta o más de cincuenta años»- y que esto tiene que ir acompañado de “subvenciones que contemplen la renta de las familias».
Según datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida, en Cataluña el 20% de la población no pudo mantener casa suya a una temperatura adecuada el 2023 y un 12,2% sufrió retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda. Para Canadell, la pobreza energética es el resultado del déficit fiscal: «Cataluña es una región muy próspera y generamos impuestos suficientes para combatir la pobreza energética«. Sobre la firma del convenio entre la Generalitat y Endesa que supuso la condonación de la deuda acumulada por 35.000 familias vulnerabilizadas en el periodo 2015-2020, Badia ha puesto el foco en la corresponsabilidad, en cuanto que «las grandes empresas obtienen beneficios multimillonarios y paga la ciudadanía y la administración». En este sentido, Saladié ha destacado sobre la Ley 24/2015 que “en un sistema público-comunitario no harían falta estos acuerdos, puesto que se podrían fijar precios diferentes segundos renta. Hace falta apretar las empresas que tienen beneficios astronómicos con impuestos«.
«Es imposible en tres años pasar del 0 al 100% de los objetivos”
Sobre el despliegue de las renovables, estudios desarrollados por el Gobierno apuntan que para lograr los objetivos de generación de energía hay que ocupar un 2,5% del territorio no urbanizado de Cataluña. Eugení Villalbí ha lamentado estar lejos de los objetivos previstos en renovables porque “en los anteriores diez años se habían puesto en funcionamiento solo 9 MW. Es imposible en tres años pasar del 0 al 100% de los objetivos”.
En cuanto a la energía nuclear, Sergi Saladié ha estado tajante en la hora de mostrar su negativa y del partido hacia el uso de las nucleares. También ha dicho que cree que “veremos algún cierre anticipado”. El resto de candidaturas han reafirmado esta negativa, a pesar de que partidos cómo Ciutadans y PP han insinuado que el cierre no sería posible con el despliegue actual de renovables.
La Ley de Transición Energética también ha sido uno de los puntos abordados al debate. Para Marina Bravo, candidata de Ciutadans, “el impulso de las renovables se tiene que traducir en conseguir la remodelación y apostar por la interconexión energética”. Los Comunes han compartido sus propuestas para flexibilizar el autoconsumo, construir parques municipales de gestión público-comunitaria y con aceptación social, y la CUP ha destacado la importancia de una futura ley que vincule el actual escenario energético con los otros sectores, priorizando la energía para actividades vinculadas a servicios esenciales como la salud, la habitación o la educación.
En el Estado español, las redes de distribución son mayormente propiedad de las grandes energéticas que forman el oligopolio y reciben una retribución en forma de peajes regulados mediante el recibo de electricidad. Santi Rodríguez, candidato del Partido Popular, no es partidario de “nacionalizar la distribución” porque “la ley ya prevé los organismos que contemplan la vigilancia del servicio y tienen que hacer cumplir todas las competencias necesarias de mantenimiento”. Todas las candidaturas han hecho explícitas las carencias del actual monopolio en distribución, reclamando, en algunos casos, el control público de la red (ERC, Comuns y la CUP) o, por ahora, abriendo la puerta a esta posibilidad (PSC).